domingo, 22 de abril de 2012

Diario de una mujer incrédula

Este relato lo escribí hace dos años cuando estaba en 1ºESO. Está incluido en el libro recopilatorio de microrrelatos "La casa de la igualdad" de la Junta de Extremadura. En este libro, el texto que escribí estaba resumido, he aquí la versión completa:



Cáceres, 24 de Febrero de 1997

          Hoy es mi cumpleaños. Mi marido me ha regalado un ramo de flores. Esta noche vamos a salir para celebrarlo.

            No me lo esperaba, Pablo me ha llevado a cenar al Pastanostra. Nos hemos pedido una lasaña para dos. ¡Estaba riquísima!

            Ha sido el mejor día de mi vida. Me alegro de haberme casado con Pablo.

Cáceres, 24 de Febrero de 2009

          Pobre de mí. Hoy he trabajado más que nunca; además, debería de ser un día tranquilo pero ha sido justamente lo contrario.

Por la mañana, a mi hijo Juan se le ha olvidado el libro de Conocimiento del Medio y he tenido que dejar de trabajar para írselo a llevar al colegio.

Al mediodía, cuando ha llegado Pablo le he preguntado que qué tal le ha ido el día. En vez de haberme contestado educadamente, me ha gritado diciéndome que a mí no me interesa. Si no me interesa, ¿para qué le he preguntado? Me he puesto furiosa y le he dicho que no me grite. Yo creía que él me iba a pedir perdón, porque Pablo es una persona maravillosa, pero al revés, él me ha dicho que yo le perdone por haberle contestado y, por supuesto, yo lo he hecho, pues él siempre tiene razón.

            Ya por la noche, mi familia ha venido a celebrar mi cumpleaños. Por fin podía descansar. Pero qué va, “Carmen, una cerveza, por favor”, “Carmen, puedes abrirnos una bolsa de patatas”, “Carmen…” Puf, qué harta estaba, me alegré cuando todos se fueron. Ya se me quitaría ese alivio cuando viera el estropicio que habían armado allí, y que tendría que limpiar yo sola como siempre.

Cáceres, 1 de Marzo de 2009

            Hoy me he dado cuenta de que Pablo no es tan bueno como yo creía, mis amigas ya me lo advirtieron:”Carmen, ese hombre es un desastre, no sigas con él”, me repetían una y otra vez. No me puedo creer que tendrían razón. Pablo no me ayuda en ninguna de las tareas domésticas, ni en la comida, ni en limpiar el polvo, ni en pasar la mopa…Es un holgazán y, por si fuera poco, soy la única que se ocupa de Juan, estoy destrozada.
 
Cáceres, 3 de Marzo de 2009

            Mis amistades me dicen que pida el divorcio, porque así, me libraré de este sufrimiento. La verdad es que tienen razón pero no quiero herir los sentimientos de Pablo, aunque no parece que yo le importe mucho. Lo único que le interesa es ver la televisión y salir en bicicleta con sus maleducados amigos. Está él y yo, y, como en estas situaciones hay que ser “egoísta”, voy a pedirlo.

            Durante la tarde he ido a los juzgados a pedir el divorcio. Me han dicho que el juicio será el día 14 de Marzo, justamente el día del cumpleaños de Pablo. Menudo regalito se va a llevar ese gorrón.

            Por la noche, cuando le he enseñado los papeles que tiene que firmar para que me pueda divorciar de él, ha firmado y ha dicho:”Con que así van a ser las cosas”. Me ha lanzado una mirada amenazadora y se ha encerrado en la sala de estar.

Cáceres, 14 de Marzo de 2009

            El gran día, el día en el. que me voy a enfrentar a mi marido. Cuando he entrado en la imponente sala donde se va celebrar el juicio, me he puesto muy nerviosa, ¿y si Pablo se los mete a todos en el bolsillo, ya que eso se le da muy bien?

            Al principio no iba muy bien, pero cuando mi abogado y yo nos hemos puesto las pilas, todo ha marchado sobre ruedas.

            Al final, he ganado el juicio, he conseguido divorciarme de mi marido, me ha tocado la custodia de Juan, el 50% de nuestra cuenta del banco y me he quedado con el piso. Por fin voy a volver a ser feliz.

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